Se aproximan los meses de vacaciones y todos comenzamos a hacer planes sobre el destino hacia donde vamos a emprender nuestro ansiado viaje. Algunos optan por lugares cercanos a su ciudad por cuestiones de comodidad, razones económicas, medios de transporte, etc; mientras que otros, en cambio, escogen lugares más alejados a su hogar e incluso destinos turísticos extranjeros (viajan fuera del país). Los gustos cuando se trata de vacaciones son de lo más diversos, algunos prefieren la playa y el mar, lugares paradisíacos en el caribe y otros son fans de tomar vacaciones que incluyen todo lo contrario: el frío, la nieve, esquiar, montañas, lagos, naturaleza plena. Sobre gustos, no hay nada escrito. 

A nuestro entender, teniendo en cuenta la situación económica que atraviesa el país, un gran número de la población se ve obligada a planear viajes dentro del país, que incluyen algunos gastos menores a lo que implica viajar al extranjero.

Cuando las personas se mueven dentro de sus fronteras, pueden optar por medios de transporte como colectivos o ir en su propio automóvil. Es cuestión mayormente de preferencias, ya que algunos se inclinan por viajar en transporte público para poder ir más tranquilos, sin pensar en cuándo deben detenerse a cargar nafta o gas, ni en cuál es la ruta ideal para llegar a destino, o cuan descansado se debe estar para enfrentar el viaje largo que se tiene por delante. Pero otros, en cambio, prefieren ir en su propio vehículo, ya que esto les permite la posibilidad de frenar y estacionar frente a los paisajes que les gustan para sacar alguna que otra foto, o hacer un picnic en esa naturaleza divina que se tiene a disposición, lo mismo que bajar para simplemente apreciar el aire puro que la ciudad a veces no te deja respirar. Además, ir en tu propio auto te permite que una vez en destino, cuentes con mayor movilidad a lugares que se encuentran algo alejados de tu hospedaje, sin tener que pensar a qué hora hay colectivos o cuánto dinero te saldrá un remis o taxi hasta ese sitio. En fin, en ambos casos, son muchísimas ventajas a tener en cuenta.

Si con todo lo dicho te dieron ganas de agarrar el auto e irte de viaje, ¡cargá las valijas y a disfrutar! ¿Todavía no sabés conducir tu auto? ¿No tenés la seguridad para manejar en ruta? Te animamos a que no te pierdas esas vacaciones que tenés en mente, y asistas a alguno de los cursos de manejo, a través de los cuales podrás aprender a conducir en muy poco tiempo y de manera muy sencilla.

Estando en Buenos Aires, nuestra recomendación es que encuentres una empresa que tenga expertos en enseñanza en la conducción de automóviles, para que con su experiencia, conocimientos y paciencia, puedan ofrecerte una buena metodología para que te instruyan en cada mínimo detalle, desde saber escuchar el motor y los ruidos del vehículo, hasta las normas de tránsito y cuáles son tus derechos y obligaciones como conductor.

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Esperamos que te haya sido muy útil toda esta información y que te animes a dar un paso más en relación a tu aprendizaje y libertad, nunca es tarde para aprender cosas nuevas, ¡y de seguro lo vas hacer muy bien!